En muchas ocasiones, los consumidores de estimulantes son personas con una vida agitada, de largas jornadas laborales y de estudio, que necesitan reavivar las energías para continuar con sus actividades. Por esto es que los estimulantes son cada vez son más populares y más consumidos. La modernidad es un tiempo de velocidad, de responsabilidades y actividades constantes.
El consumo reiterado de estas pastillas genera dependencia y adicción. Consumir distanciadamente una pastilla estimulante para realizar determinada actividad, no generará mayores problemas. Las dificultades comienzan cuando se vuelve necesario el consumo para poder hacer llevar a cabo tales actividades.
Adicción a estimulantes
Sean consumidas por diversión, por energía para el trabajo o para el estudio, la constancia en el consumo generará adicción. De un momento a otro el consumidor ve que sin los fármacos no puede realizar las actividades que debe llevara cabo.
A su vez, los efectos que surgen con el primer consumo van en decrecimiento con el tiempo, razón por la cual se necesita de dosis mayores para volver a sentir en efecto primario, y aun así puede ser que no resulte. Las consecuencias negativas del abuso de estimulantes radican en deshidratación, mareos, falta de apetito y dolores de cabeza fuertes. A su vez, también puede alcanzar las convulsiones, nerviosismo constante, depresión, hiperactividad y trastornos mentales.
Ignacio Quiroz
Ignacio Quiroz
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